Danny Rand perdió su acceso al chi del dragón milenario de K’un-Lun durante la aventura narrada en el anterior tomo, cerrando así el volumen 5 de la colección. Panini Comics descubre lo que se encuentra tras el telón para presentarnos al nuevo Puño de Hierro.
Lin Lie, Maestro de Espadas
Teniendo en cuenta que los dos últimos Puño de Hierro conocidos han sido de origen occidental, Daniel Rand y Orson Randall, es refrescante tener un nuevo giro de los acontecimientos y ver a un natural de Shanghai ejerciendo el puesto. A lo largo de la historia de K’un Lun, y su arma principal, no es ninguna novedad pero si hablamos de Marvel desde la creación del personaje si estamos presenciando un hito importante. Lin Lie es el nuevo titular del poder del chi de Shou-Lao aunque al parecer tenemos una situación que supera lo que hasta ahora había sido la norma habitual, ese paso previo de derrotar al dragón para conseguir ser Puño de Hierro. Además nos encontramos con un hándicap importante, Lin Lie tiene severas heridas en sus manos, provocadas por fragmentos incrustados de la espada de Fu Xi, perteneciente a sus ancestros.
Precisamente esa limitación es la que le ha permitido acceder al poder de Puño de Hierro, sin que el huevo del dragón haya siquiera eclosionado. Shou-Lao está unido al joven de otra forma, una que no incluye que le arranquen su inmortal corazón. Como todos los principios pueden acarrear un periodo complejo en el que hay que adaptarse al nuevo rol que se nos ha conferido. Para Lin Lie no va a ser diferente aunque para enfrentarse a Chiyou, el Destructor Oscuro, contará con mucha ayuda, desde la nueva generación de combatientes de K’un-Lun a Danny Rand y Luke Cage, pasando por otro par de armas inmortales, de aquellos que nos presentaron Ed Brubaker, Matt Fraction y David Aja durante su recordada etapa en El Inmortal Puño de Hierro.
Los difíciles pasos del aprendizaje
El personaje protagonista de este tomo ya tenía su propia historia que contar antes de llegar hasta aquí. Su aparición como Maestro de Espadas ya le dotaba de un origen que ahora va a combinar con su nueva ocupación. El camino hacia la excelencia pasa por caerse y levantarse muchísimas veces, pasa por la duda sobre nuestras capacidades, por la falta de destreza en el manejo de una herramienta que acabamos de empezar a utilizar. Pero el tiempo y la dedicación nos convierten en expertos, hacen que cojamos confianza en nosotros mismos, nos llevan al desarrollo personal. Y para ello tenemos educadores, que no solo nos enseñan sino que deben conseguir motivarnos para sacar nuestra mejor versión, la que se vuelve devota de lo que hace, la que no se conforma y busca mejorar de forma constante.
Lin Lie no está solo en su labor, tiene amigos en los que apoyarse, enemigos que le tocan de cerca y maestros que le van a empujar al vacío para que termine volando en solitario como el referente que es para la ciudad a la que representa. El elenco de secundarios con el que la serie echa a andar es de lo más interesante y permite muchas interrelaciones entre lo que fue el pasado del muchacho, su presente y lo que le espera en el futuro. Estamos ante un reinicio muy continuista del mito de Puño de Hierro, pero muy entretenido a la vez, más irreverente, más ajustado a la juventud actual, aunque cualquier juventud ha sido lo mismo en su época.
Autoría completamente de origen oriental
Para llevar todo esto a cabo, que no es poco. El equipo creativo tiene sus orígenes en el Lejano Oriente. Como se ha estado haciendo en la otra serie de artes marciales por excelencia en Marvel, Shang-Chi. Los guiones han recaído en las manos de Alyssa Wong, nacida en Arizona de ascendencia china y filipina. La ganadora de los premios Nebula, Locus o World Fantasy, por sus novelas de fantasía, lleva desde 2019 colaborando con Marvel, ocupándose en la actualidad de los títulos de Masacre (Deadpool) y Star Wars: Doctora Aphra. Su escritura es ágil y rica en detalles. Aporta un gran resumen del “lore” de Lin Lie y da un buen empujón a Gorrión Yu-Ti o a Mei Min, futura Tronadora de K’un-Lun.
Para los lápices contamos principalmente con Michael Yg con ayuda de Sean Chen en los números 2 y 3. Yg, también norteamericano de origen chino. Logra dotar sus dibujos, de trazo limpio y fino, de la intensidad necesaria para los combates a puñetazos y patadas. Destacando el nivel de amenaza que logra simplemente mediante las expresiones faciales.
Para ser prácticamente su primera incursión en el mundo del comic “mainstream”, podemos augurar un futuro prometedor para él. Chen es un viejo conocido dentro de Marvel. No en vano lleva en La Casa de las Ideas desde finales de los años noventa, siendo muy recordada su etapa en Iron Man. Su presencia es casi testimonial pero su estilo y el de Yg casan perfectamente. Seguiremos atentamente el devenir de este nuevo Puño de Hierro pues la diversión parece asegurada. Aunque todos sepamos que antes o después Danny Rand vuelva a ser el portador del chi de Shou-Lao.
