Segunda entrega de las tres que compondrán la recopilación de esta afamada etapa de Iron Man dirigida principalmente por los autores que le dan nombre. Panini Comics navega bajo las aguas y surca los cielos fuera de la atmosfera terrestre con un Tony Stark que sigue con paso firme su recuperación alcohólica.
La novia y la ex novia
Si queremos que una historia de cualquier personaje protagonista tenga mayor entidad no podemos centrarnos solo en la acción de los combates o mostrar avances tecnológicos en la armadura de Iron Man. También tenemos que añadir algo de salseo, investigar acerca de la vida de el alter ego que se esconde tras el traje de hierro, de ese Tony Stark al que ya hemos visto sufrir su primera crisis alcohólica y salir con buen pié de ella. Eran unos tiempos es los que un superhéroe no podía permitirse estar de bajón mucho tiempo, salvo que te llamaras Peter Parker. Michelinie y Layton se dedicaron bastantes líneas del guion para explicar lo que Stark sentía por su nueva atracción, la detective y guardaespaldas Bethany Cabe, pero también tuvieron tiempo para reunir a Cabe con el anterior amor de Tony, la sin par Whitney Frost, también conocida como Madame Máscara.
El choque que se produce entre ambas mujeres es antológico, las dos conocedoras de la identidad secreta de Iron Man (curiosamente Bethany deja caer en ese momento que ya lo sabía aunque Tony no se lo hubiese dicho), ambas con sentimientos por el mismo hombre pero conocedoras de sus posibilidades en ese momento. Un momento en el que las dos hacen valer sus respectivas posiciones y Cabe sale mejor parada que una demente Frost, cuya oportunidad ya pasó y en gran parte es consciente de ello.
Lo dicho, un instante “Sálvame Deluxe” que deja la evidencia del aspecto de playboy ligón que Stark tenía en aquella época, pero dejando ver que hay un corazón que late bajo esa armadura fría, no solo un conquistador que a la mañana siguiente te deja los restos de una botella de champán en su cubitera de hielos desechos y una nota que dice: “fue bonito mientras duró”.
El camino que me lleva al espacio exterior
Hasta aquí la parte de folletín para pasar a hablar de las amenazas que nos van a acompañar hasta que tengamos la suerte de presenciar el debut de una de las armaduras de Iron Man, el modelo que permite sobrevivir fuera de la atmosfera de la Tierra. Pero hasta ese momentazo, que forma parte del cierre de este tomo, Iron Man se va a tener que enfrentar a amenazas tan diversas como los Temerarios, Hulk, el Hombre de Titanio, Endotermo o el Espía Maestro, justo antes de llegar a Fuerza Mortal como antesala del enfrentamiento abierto con Roxxon y Justin Hammer.
Es aquí donde queda para la historia la portada de Layton para The Invincible Iron Man #142, que nos muestra en todo su esplendor el nuevo traje y sirve para adornar la cubierta de este tomo. Se une a las legendarias armaduras originales de color gris y dorado y a aquella que vistiera en su primera versión en rojo y dorado cuya máscara acababa en dos picos y que luciera en el número #3 de The Avengers (Los Vengadores). Después hemos podido presenciar la creación de múltiples diseños, tanto de uso habitual, como la armadura Transformer o la que nos trajo la etapa de John Byrne al guión, recuperando el dorado en detrimento del plateado, así como esas armaduras que solo sirven para ocasiones muy concretas, como la armadura sigilo. Todas ellas, muestra del ingenio de un inventor de la talla de Tony Stark.
Antes del triunfal retorno hubo otros que cumplieron
Sin duda uno de los mayores brillos de esta etapa estaba en los lápices de aquel joven Johnny Romita, pero una vez ilustrado “El demonio en una botella” decidió dedicarse a probar otras cosas, dejando como dibujante titular de la cabecera en un primer momento a Jerry Bingham, que se ocuparía de cinco números consecutivos, para dejar paso después al propio Bob Layton, que se encargaría de cuatro más, con un impasse en medio obra de Alan Weiss. En este mismo tomo también contamos con los lápices de Sal Buscema e incluso John Brozowski, ambos en breves apariciones. Romita Jr. regresó, después de un año ausente, para encargarse de la saga que cierra este tomo, donde la empresa Roxxon y su entonces presidente, Justin Hammer, van a tomar el papel de villanos principales.
Con ellos se cierra este volumen que finaliza con un nuevo flashback que nos devuelve a los tiempos de la armadura original de color gris y basto diseño, para integrar a James Rodhes en el pasado de Tony, mediante retro continuidad, un fenómeno que se sigue utilizando con frecuencia hoy en día pero que ya a principios de los ochenta se empleaba sin problemas si había que dotar de coherencia a las historias de cualquier personaje, incluidos los secundarios. Esta fase intermedia de la etapa de Michelinie, Layton y Romita Jr. sigue manteniendo el interés, nos deja un cierre tremendo y continúa ahondando en la nueva relación de Stark. ¿Qué más se puede pedir a esta edición en formato Obras Maestras?
Prosigue la aclamada etapa de Michelinie, Layton y Romita Jr. en la colección de Iron Man mientras Tony Stark hace frente a muchas amenazas y prosigue su complicado romance con Bethany Cabe.