Y llegó el boom. Park Chan-wook no esperó mucho para continuar con la trilogía que él mismo inició un año antes con ‘Sympathy for Mr. Vengeance’
Park Chan-wook tomó como base un manga japonés escrito por Garon Tsuchiya e ilustrado por Nobuaki Minegishi que apareció en un magazine del país nipón entre 1996 y 1998, con un total de 79 capítulos en su haber. Posteriormente, ya en el siglo XXI, se realizó la versión americana del mismo, y sus creadores ganaron por ello el premio Eisner en 2007.
Pero volvamos a la película. Park Chan-wook se había formado un nombre en Oriente a través de sus dos primeras películas (“JSA” fue la película más taquillera de la historia de su país y ‘Sympathy for Mr. Vengeance’ obtuvo premios importantes el año de su estreno), pero ahora quería ir más allá y formarse un nombre en Occidente. Y vaya si lo hizo. El manga escogido se llamaba ‘Oldboy’ y el director creó con ello una de las mejores películas de lo que llevamos de siglo, una película de culto desde el primer momento y una de las películas favoritas de muchos de los actuales cineastas, apareciendo por ello en muchísimas de las listas que a la gente tanto les gusta configurar, como por ejemplo la número 18 de las mejores películas de todos los tiempos para la revista británica “Empire”. Esto último, quizás un poco exagerado.
La película está protagonizada por Min-sik Choi, actor nacido en Seúl que no fue conocido por el público occidental hasta su aparición en esta película, si bien el año anterior había ganado un premio en el Festival de Cannes por su película “Chihwaseon”, donde encarnaba a un famoso pintor coreano. A partir de “Oldboy”, si bien nunca ha dado el salto a Hollywood, sí que ha sido visto en cintas de mayor proyección, como la película que nos falta por escudriñar en esta trilogía (‘Sympathy for Lady Vengeance’) o la muy interesante (y que hay que reivindicar) ‘Encontré al diablo (I saw the devil)’.
Min-sik Choi construye un personaje ambiguo que nos hace interesarnos por la historia desde el primer minuto. Odiado y amado por partes iguales tanto como para el espectador como para las personas que envuelven al personaje en la propia cinta (claro está ese hecho cuando él mismo comienza a escribir una lista con la gente a la que de algún modo ha podido dañar en su vida… saliéndole rosarios) no deja dudas de la gran capacidad interpretativa para un personaje que tan “sólo” se dedica a mirar y a poner cara de granito en la mayor parte de su metraje.
Al otro lado nos encontramos con Yu Ji-tae, actor que no ha tenido la suerte del reconocimiento logrado por su compañero y que pese a contar con más de una veintena de títulos en su haber solo cuenta con ‘Sympathy for Lady Vengeance’ como título de mayor proyección fuera de Asia. Como punto de interés, comentar que Yu Ji-tae también es director y guionista, poniéndose al mando hasta ahora de tres títulos, siendo el de mayor interés el cortometraje de 2008 “Out of my intention”.
Sobre el personaje interpretado por Yu Ji-tae, comentar que pese a no ser el personaje que nos esperamos encontrar por su físico o su edad, nos va produciendo cada vez mayor repulsión, hasta desear que Oh Daesu (Min-sik Choi) termine con él. Destacar también el cambio de director de fotografía de Park Chan-wook, que contaría en esta ocasión con Chung-hoon Chung, y al que haría a partir de entonces colaborador habitual en todos los proyectos posteriores, incluido evidentemente su salto a terreno americano con “Stoker” y siendo a raíz de ‘Oldboy‘ cuando la propia fotografía se torna marca de la casa para los seguidores del cineasta coreano, con unos colores cuidados y cercanos en ocasiones al de otros cineastas como Wong Kar-Wai o incluso el español Pedro Almodóvar, si bien cada uno evidentemente con su propio estilo.
La película se estrenó a finales de 2003 en Corea del Sur, si bien no fue hasta 2005 (qué raro) cuando se pudo ver en las pantallas de los cines latinoamericanos y del territorio español. Demos gracias de todas formas a que se pudiera estrenar y verse en la gran pantalla, ya que si no hubiera sido por la colección de premios que la encumbró, este hubiera sido otro de los millones (sí, millones) de títulos que no llegan a los cines españoles. La obra fue nominada a la Palma de Oro del festival de Cannes, haciéndose con el Gran Premio del Jurado. Además, en muchísimos festivales ganó el premio a mejor película, como en los Premios del Cine Europeo, Festival de Sitges, Hong-Kong, Bangkok, o los especializados de Chicago o Austin.