Terminator: Destino Oscuro se estrena hoy en la cartelera, dirigida por Tim Miller y protagonizada por Linda Hamilton y Arnold Schwarzenegger.
En Terminator: Destino oscuro, Sarah Connor y un híbrido de cyborg y humano deberán proteger a una joven de un nuevo Terminator líquido que viene del futuro. A partir de ahí todo ha sido un despropósito. Todas sin alma ni carisma, cosa que esta cinta recobra.
Es cierto que la historia es la misma de todas las entregas, todas, todas…En esta, hay que reconocer que Linda Hamilton hace un papel excelente. También vemos a un Schwarzenegger relegado a meras apariciones, cosa que está más que correcta.
Terminator: Destino Oscuro es directa, violenta; con personajes también director y desagradables. Eso hace que la película sea rápida y entretenida, que, a día de hoy, no es poco. No busca revolucionar, ni crear nada nuevo. Se sirve de las auto-referencias para que el público medio esté contento. Carece de la personalidad de las dos primeras, que ya han pasado al cine de culto, es una película, como ya he dicho, para sanar las heridas, pero lo hace de una manera correcta.
El ritmo de Terminator: Destino Oscuro es frenético, sin tregua. Hay acción a cada rato, hay explosiones y persecuciones muy bien llevadas a cabo. Todo ello aderezado con el tema clásico de Terminator para amarrar al nostálgico y fan medio, que se siente reconfortado con escuchar algo que ya conoce. A fin de cuentas, es una película de acción bastante pasable y bien ejecutada; pero que no se exprime la cabeza ni nos evoca a nada nuevo. Pero, al menos, está bien.
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