El reloj del Juicio Final. El plan de Ozymandias para salvar el mundo se pone en marcha, con una bomba nuclear, con un viaje a otro universo y un muerto.
El objetivo principal de El reloj del Juicio Final toma cuerpo en esta segunda entrega, unificar ambos mundos, el del universo DC y el de Watchmen. Estamos ante un punto de inflexión para el futuro de todos los héroes, porque el mundo cambió, cuando dios decidió jugar usando unos dados trucados.
VILLANOS, HÉROES, PSICÓPATAS Y SOCIÓPATAS
Con Mimo y Marioneta, Ozymandias completa su grupo para buscar al Dr. Manhattan, que según sus cálculos no está en Marte como se cree. Y el tiempo es limitado, el reloj del Juicio Final está llegando a la medianoche y la Guerra Atómica es casi una certeza. Un viaje para salvar su mundo, un viaje para cambiar un mundo, acompañado de dos psicópatas y un sociópata que ha heredado el manto del hombre que destruyó su mayor creación, la paz mundial. EL relojero no está y las piezas no encajan, las ruedas siguen su movimiento, pero la manecilla avanza a trompicones. Estamos ante el fin de los mundos, de la mano de los hombres, que quieren alcanzar a Dios.
El reloj del Juicio Final cumple algunas de las máximas de un blockbuster, cada número empieza con un terremoto y va ascendiendo. Entendiéndose terremoto como gran giro, aunque en algún momento si que es una gran explosión, Geof Johns presentaba el mundo en la primera entrega, y se permite a partir de ahora desarrollar a los nuevos personajes, y el porqué están en esta historia. De nuevo se remite a la estructura de pagina de Watchmen para mantener el carácter de continuación de la serie original, pero al igual que en la obra de Moore y Gibbons, los personajes son lo que mueve la trama, y en esto Johns suele trabajar duro.
REPARANDO LOS NUEVOS 52
El escritor americano es experto en desarrollar historias que los fans siempre han querido leer, pero en este caso es difícil creer que alguien pensó alguna vez en como debería continuar Watchmen, por eso opta por el material que mejor ha tratado, el de los superhéroes, y el universo DC. Es a través de estos personajes, en su mayoría nuevos (este Roscharch no es el original aunque se le parezca mucho), que traslada la acción del mundo agonizante de Moore al de los brillantes héroes de Metrópolis, y al guardián oscuro de Gotham.
Pero al cambiar de mundo, necesita emplazarnos en la nueva situación. Nuestro viaje nos lleva a un mundo que los protagonistas desconocen, y el lector tiene que manejar mas información que ellos, y nuevamente Johns lo reduce a la mínima expresión, escasamente unas viñetas que magistralmente plantea Gary Frank nos permite conocer un mundo que está sufriendo la misma enfermedad que mató a los héroes del mundo de Watchmen, parece ser, que no estamos ante una copia de la canción, pero la melodía recuerda a la misma.
De nuevo el arte de Gary Frank destaca, está a un nivel increíble, y no deja detalle sin cuidar, la acción fluye y se mueve con sencillez. Cuenta su historia sin dificultad y transporta al lector sin problema a través de una trama a primera vista simple, pero que cuya superficie esconde muchos detalles que al dibujante le toca administrar y mostrar sin que se escondan demasiado o se pierdan entre otros adornos, la economía, saber que debe dejar y que quitar es una gran virtud.
El enfoque de la imagen mantiene esa efectividad de Gibbons, cada viñeta cuenta, nada sobra, lo que demuestra la gran sintonía que mantienen los artistas, ya que Frank es capaz de plasmar una historia compleja en conceptos y sencilla en desarrollo de una forma eficaz, sin floritura que distraigan, en este caso, el árbol no tapa el bosque.
HEREDERA DE WATCHMEN, NO UNA COPIA
La obra funciona como continuación, pero su valor es más como explicación de lo que le ha pasado al universo DC, ya comentamos esta característica que debería ser el enfoque a la hora de leerla, evitando así una batalla inútil entre cómics, épocas y autores. Si bien muchos dicen que esta historia es innecesaria, si que tiene su importancia. Los lectores que se iniciaron en DC con los Nuevos 52, no llegaron a vivir lo que más destacaba en sus cómics, los legados, la historia detrás de los héroes y su vida.
Al ser un inicio tan duro, borraba todo lo que no fuera el presente, y aunque resultaba efectivo para los nuevos lectores, perdía lo que hacía a DC lo que era. La solución fue Renacimiento, y el regreso de los héroes perdidos a través de un misterio, quien cambio el mundo tras el Flashpoint que creo Flash. La Chapa empezó esa investigación en el universo DC, pero dejo la pista que cambió todo, no era en ese mundo donde estaba la solución, y por eso es necesario el reloj del Juicio Final.
Quizás una de las obras más esperadas, quizá en el mundo del cómic una de las más polémicas, ha peleado con eventos, crossovers y grandes cambios en el cómic americano para parte de DC y sus competidoras. Pero la sombra de Watchmen y Alan Moore es alargada, y ha sobrepasado todos esos obstáculos, y se ha instalado con facilidad en la lista de “must buy” de todos los fans del cómic americano actual. Y eso, no es nada fácil.