Hoy toca hablar de un clásico, se trata del tomo recopilatorio Escuadrón Suicida: Desde las cenizas
La editorial ECC nos ofrece con Escuadrón Suicida: Desde las cenizas la oportunidad de descubrir, en un solo volumen, el reencuentro que John Ostrander tuvo con el Escuadrón Suicida una serie que para nada le era ajena, no en vano estuvo a su cargo desde 1987 hasta el 1992, sumando un total de 66 números apasionantes por los que desfilaron multitud de malvados que lucharon y sufrieron, llegando a morir algunos, cumpliendo misiones suicidas y sentando las bases de lo que es el grupo hoy en día.
Pero estamos en el 2007 y las cosas han cambiado. Nuevas y diferentes amenazas nos rodean, los villanos han cambiado así como lo han hecho sus delitos, sus formas de actuar y, por tanto, su forma de redimirse. Ostrander lo sabe y vuelve a Escuadrón Suicida con Desde las cenizas, una miniserie de 8 números dispuesto a demostrar a su público que aún le quedan cosas por contar.
Con un inicio pausado y, ayudándose de varios flashback, la narración nos recuerda ciertos sucesos que nos ayudarán a entender mejor cómo se ha llegado hasta aquí y lo que está por llegar en Escuadrón Suicida.
Quizás sea la primera parte la que más costará a los nuevos lectores superar, en parte por su falta de claridad en el relato pareciendo que no tienen un rumbo claro y un destino concreto, una vez cumplimentado este obligado trámite, llegamos a la “chicha”, allí donde el autor se mete en harina, la trama se acelera, aumenta el interés, la historia se llena de acción y los personajes ganan profundidad.
En este apartado destaca la siempre interesante Amanda Waller, pilar del Escuadrón, una mujer de mediana edad, afroamericana, amoral y compleja que controla al equipo con mano de hierro y que es capaz de “liquidar”, sin escrúpulo alguno, aquel que pretenda interferir en sus planes.
No faltarán los giros de guión, no muy espectaculares y algo previsibles pero sí efectivos gracias al buen hacer del guionista. Para agilizar la narrativa el escritor “tira” de los saltos temporales en varias ocasiones, sin chirridos ni torpezas, permitiendo una lectura fresca.
Pero el verdadero aliciente y motor de emociones en Escuadrón Suicida: Desde las cenizas ha estado siempre en las bajas en combate, ningún personaje es intocable, cualquiera puede morir y para demostrarlo un dato curioso, a lo largo de toda su estancia en esta colección y sumando sus diferentes etapas Ostrander mató 17 integrantes del equipo y aquí no va ser menos.
El dibujo
El dibujo de Escuadrón Suicida: Desde las cenizas corre a cargo de Javier Pina con unos lápices suaves y fluidos, ajustado a la historia de Ostrander, enriqueciendo sin florituras la narrativa y aplicando cambio de diseños en los trajes de los personajes que gustará más o menos según el grado de purismo que sufra el lector. Apoyando a Pina aparece, aunque sólo en un par de números, Jesús Saiz logrando adaptar su propio estilo al de Javier hasta el punto que no resulte traumático su transición, sin olvidar en el entintado a Robin Riggs
Algunos dirían que nos encontramos ante un tomo orientado principalmente para los nostálgicos o completistas del grupo, que bien puede servir de puente para los que nunca han leído nada del Escuadrón y quieren saber algo más antes de empaparse en la época actual. Podría ser así, pero no del todo.
Este tomo tiene suficiente empaque en sí mismo como para justificar su presencia en librerías. Una lectura obligada para aquellos que, de verdad, quieran saber más sobre la trayectoria de este equipo, con una mirada diferente y mucho más rica, que la aportada en la adaptación más reciente a la gran pantalla y cuyo mayor logro fue Margot Robbie y su carismática Harley Quinn. No defrauda ni miente, es lo que es, puro entretenimiento.