La primera historia en solitario de la nueva Wonder Woman llega a España. A diferencia de Diana, Yara es un nuevo y brillante futuro
ECC presenta a Yara Flor en dos aventuras, la primera en solitario y la segunda con el nuevo Superman, Jonathan Kent, que resumen lo que significa la llegada de una nueva encarnación de Wonder Woman, luz, amor, algo de locura, pero sobre todo, la fuerza de la esperanza en los demás y de la verdad más poderosa de la humanidad, el amor.
Yara Flor es una amazona, nacida en Brasil, y poseedora de los poderes de dioses griegos, y está buscando una entrada al infierno. Así Joelle Jones se encarga del guion y el dibujo de la primera historia de este tomo, mezclando las diferentes creencias que toman forma en el personaje de esta nueva Wonder Woman. Los mitos helenos se encuentran con los brasileño y amazónicos.
Yara descendió al Tártaro para poder liberar un alma, llevada por su amor, por su necesidad de hacer lo correcto, y quizá, por un sentimiento de culpa por no haber podido hacer más. Un camino alegórico que emula, y del que toma buena parte, el camino de Orfeo en su descenso tras su amada Euridice. Empedrado con buenas intenciones el camino del infierno siempre cambia al visitante, y no siempre lo deja salir.
Jones deja claro que es una constructora increíble de historias, sabe que su dibujo es poderoso, bello, lleno de energía, y la ayuda al color de Jordie Bellaire potencia aún más su estilo. Y con ese gran talento, teje el camino, lleno de horrores visibles e invisibles, para contarnos la historia de Yara. Para mostrarnos su resolución inquebrantable, su valor, y su inconformismo, que la lleva a romper reglas que nunca se desobedecían. Una historia llena de amor, y de decisiones, que la autora finaliza con una determinada idea, Yara Flor no es solo una sucesora, es Wonder Woman por derecho propio.
La segunda historia une a los dos herederos de los mantos más luminosos del Universo DC: Jonathan Kent, el nuevo Superman y a Yara Flor, nueva Wonder Woman. Dan Watters y Leila DelLuca unen fuerzas como los héroes, y nos entregan una historia de competición entre dioses solares, de inteligencia y algo de picaresca.
Cuando un nuevo sol aparece en el cielo, Kuat, el dios sol de la mitología amazónica Mamaurana, decide que no va a dejar que lo suplanten. El nuevo astro es Solaris, enemigo del nuevo Superman, y que busca la destrucción del mismo. Yara y John se encuentran en medio de este conflicto, siendo uno el objeto de odio de un sol, y la otra la mediadora entre dioses y hombres. Lo que deja en un papelón a ambos, resolverlo no será fácil, pero tampoco aburrido.
Watters no ha tocado mucho los héroes de DC. Lo hemos visto trabajando más asiduamente en el Universo Sandman: Lucifer, y en historias que trabajan al borde de los mundos más heroicos de este universo. Pero no tiene problema en plantear una buena historia, que busca sobre todo divertir, y establecer esa relación entre iconos y legados que es tradicional en DC. Superman y Wonder Woman se vieron relacionados en la nueva etapa de los Nuevos 52, y se ha convertido en tradición que tengan una buena relación debido a sus caracteres legendarios y externos a la humanidad que protegen. Pero las nuevas encarnaciones, no son ajenos a la humanidad, se han criado, en buena parte de su vida, entre ellos, y no se rigen por las mismas normas. El escritor lo deja entrever en su forma de tratarse, de relacionarse, no son sus predecesores, la química está presente, pero es diferente, es más humana.
Estado Futuro: Wonder Woman es la carta de presentación de Yara Flor en España, y no podría ser más concreta y efectiva. El legado de DC está en buenas manos, es brillante, y tiene un carácter mucho más alegre y menos serio de lo que el panteón griego suele ser.
