Excalibur, nuevamente Tini Howard se despega del universo de Hickman para darnos una trama que implica a Krakoa, pero que no tiene nada que ver con ella.
En la tercera entrega de este nueva etapa de Excalibur, Apocalipsis tienen un plan, Gambito tiene un plan, Morgana Le Fey tiene un plan, pero la Capitana Britania no, y le toca dar parte a la Reina de Inglaterra. El lío es monumental, y los Druidas y dragones no ayudan. A pesar de la cómica descripción de la situación, nos encontramos ante una serie que bebe del estilo de la creación de Claremont y Davis, y solo por eso, merece la pena leerla. Pero Howard va más allá y crea su trama, una en la que los héroes no siempre se sienten cómodos, y menos en el caso de algunos a los que sus vidas han marcado, como a Gambito, el ladrón, o a Jubilo la irresponsable.
Y por si fuera poco toda la trama y los personajes, Marcus To ha decidido no dejar ningún recurso sin usar, y ningún detalle a la improvisación, y se despliega completamente, dando lugar a una obra espectacular, colorida y sobre todo, viva.
Tras tres meses desde el comienzo de la nueva Era de los mutantes, han sido atacados, humillados, engañados, asesinados, torturados, pero ellos ya sabían que ocurriría. Y están preparados. La humanidad los ha decepcionado, porque han actuado como ellos mismos predijeron, egoístamente. Los mutantes no van a permitir esto, una bofetada se permite, pero si intentas una segunda te arrancaran la mano, y después el brazo, no son una especie que se esconda y tenga miedo, ahora tendrán que dominar el mundo para proteger a los suyos. Y ya tienen un plan para lograrlo.