Segunda incursión en publicaciones de AWA Studios en el mes de junio con Grendel, Kentucky, una aproximación a una antigua sociedad minera que ha evolucionado desde el cierre de la mina. Panini Comics publica una historia de terror sobrenatural basada en el poema clásico anglosajón Beowulf.
En algún lugar del Centro Sureste de los Estados Unidos
Si buscamos en Google Maps no vamos a encontrar ninguna localidad denominada Grendel en todo el estado de Kentucky. El lugar solamente se encuentra en el imaginario del autor, Jeff McComsey, que ha basado el relato que se agrupa en este tomo en el conocido poema que se conoce como Beowulf, en cuya primera parte nos presenta al héroe enfrentado a un monstruo conocido como Grendel. Si conoces la historia más allá de las adaptaciones al cine puedes estar de enhorabuena e incluso ser fan del Código Nowell, donde se encuentra compilado. Desde Cinemascomics no vamos a desvelaros más sobre su contenido pues estaríamos entrando en el terreno de los spoilers y no pretendemos arruinaros la lectura.
En nuestra Grendel la sociedad prospera con la agricultura tras el cierre del negocio minero que sustentaba años atrás la economía del asentamiento. Pero algo oscuro amenaza al pueblo, habita en las galerías que se excavaron para la extracción del carbón. Aunque ahora la marihuana sea la mayor fuente de ingresos aun quedaban hombres que se encargaban de alimentar a la bestia. Una vez desaparecidos el hambre provoca que el monstruo se aventure para encontrar la comida que necesita para su subsistencia, una dieta en la que los seres humanos son el plato principal. Así que si unimos a todo esto un club de moteras, exclusivo de mujeres, cuya líder tiene vínculos con Grendel, ya tenemos todos los ingredientes para una historia de terror.
Mismos monstruos, diferentes héroes
Con el planteamiento realizado toca hablar del Beowulf de esta narración. Aquí no tenemos a un guerrero como tal ejerciendo de héroe, ni siquiera un príncipe o un rey que defienda a su pueblo. Pero sí tenemos líderes, personajes que por su carisma y habilidades se ponen al frente de los demás, sobre todo cuando los hechos se vuelven complicados. Marnie es una mujer de armas tomar que ha tenido una vida espinosa que la ha terminado colocando como la cabecilla de una banda de moteras que se gana la vida llevando a cabo tareas de dudosa legalidad, aunque con límites, líneas rojas que no quiere sobrepasar aunque le suponga conflictos con sus compañeras. No es precisamente el prototipo de salvador que podemos encontrar en una saga épica pero es lo mejor que nos podía pasar.
Jeff McComsey es un autor caracterizado por el género del terror, con obras como Ultimate Night of Living Dead o American Terror. Grendel, Kentucky es el primero de sus comics que ve la luz en nuestro idioma. En su carrera también ha hecho sus pinitos con el dibujo pero últimamente está más centrado en los guiones. En este tomo ofrece todos los recursos posibles, desde largos diálogos a dejar que sea el dibujante el que tome el protagonismo absoluto bajo sus detalladas premisas. Es de agradecer su intento por reinventar el clásico adaptándolo al presente pero no termina de presentar apenas novedad, quedando más cerca del homenaje que de otra cosa. Quedará para el recuerdo la formación de las Harlots, esas mujeres sobre sus motos que poco tienen que envidiar a los Ángeles del Infierno.
Deconstruyendo al Grendel
Tommy Lee Edwards es ya un veterano con un buen puñado de comics a sus espaldas. A nuestra mente llegan ejemplos como 1985 para Marvel junto a Mark Millar o sus colaboraciones en DC Comics, tanto en su universo superheróico como en Vertigo. Próximamente le podremos ver en Jupiter’s Legacy: Requiem, de nuevo junto a Millar. El dibujo de Edwards es preeminentemente sucio, difuso y oscuro, ideal para dotar a la atmósfera de un comic como este de un aura de misterio y amenaza constantes. Sus personajes muestran sus rostros curtidos y el monstruo queda poco definido en la mayoría de sus apariciones, lo que le dota de mayor sensación de peligro, acechando en las sombras.
Grendel, Kentucky es una lectura trepidante pero muy predecible si conoces el poema en el que se basa. No parece suficiente como actualización del mito y no dejará huella una vez leído. Seguramente no vuelva a ser cogido para revisitarlo y aunque no es un mal comic si es prescindible dentro de las cientos de publicaciones que mensualmente pueblan las estanterías de nuestras librerías especializadas.