Cinemascomics.com tuvo el placer de visitar en exclusiva la Exposición ‘Diseñando 007: Cincuenta años de estilo Bond’, en el centro de Artes Barbican, de Londres.
Poco después de las nueve de la mañana llegábamos a uno de los centros artísticos de la capital británica donde, para nuestra sorpresa, nos dio la bienvenida el primer póster de la exhibición, que no es otro que el cartel de 007 contra el doctor No. ¡En español! Pero poco tiempo tenemos para sorprendernos con la curiosidad, pues unos ojos nos invitan a acercarnos a lo que intuímos será uno de los grandes automóviles de Bond. Se trata de una réplica a tamaño natural de Sean Connery apoyado sobre el costado del Aston Martin DB5 de Goldfinger. Y ni siquiera hemos entrado a la exposición como tal. Esto promete…
Y nada mejor para adentrarse en la exposición que un tunel bajo un mural de pantallas con las famosas secuencias de crédito de todas las películas de James Bond, que dan al visitante la aunténtica sensación de sumergirse en un mundo emocionante, exhótico y de aventuras, el mundo de James Bond. Y tras ello, la primera sala de la exposición, la «Goldem Room» o sala dorada. En el centro de la sala una réplica a tamaño real de Shirley Eaton como la asesinada Jill Masterson, una de las imágenes más duraderas de la historia del cine. «Queríamos empezar con la sala dorada y esa imágen de Goldfinger, porque el dorado es un color muy especial para la historia de James Bond y porque este año celebramos las bodas de oro del personaje en el cine», nos aseguraba Lindy Hemming, diseñadora de vestuario de cinco filmes de la saga. Y, cómo no, el Oscar a mejor sonido recibido en 1965 decora la pared de la sala, junto a otros elementos que aluden al dorado a lo largo de la historia de Bond.
A continuación el visitante puede acceder a una sala donde se recontruyen las oficinas de M y Moneypenny, dos de los puntos de apoyo de James Bond, dos de sus eternos aliados. Diseños, atrezzo, dibujos y objetos utilizados en las películas decoran este rincón dedicado a las oficinas del MI6.
Después accedemos a una sala con diferentes pantallas en el techo y en las paredes, con muros repletos de armas, réplicas, diseños y gadgets originales de toda la trayectoria de Bond, incluyendo algunos de los vehículos más llamativos y con story-boards de las escenas de acción más espectaculares, como la secuencia pre-créditos en El Mundo no es suficiente que transucrre en las aguas del Támesis y termina en los tejados del (entonces) inacabado O2 Arena.
La exposición llega a uno de sus púntos álgidos en la gran sala de vestuario. Brillo, elegancia, estilo y seducción se dan cita en una sala repleta de vestidos, en su mayoría originales y utilizados por las estrellas durante los rodajes: desde el traje que Sean Connery vestía en su primera aparición en Doctor No hasta los trajes de todos los participantes en la partida de poker de Casino Royale.
La exposición contiúa después con diseños de decorados y elementos de lo más exhótico de las aventuras de Bond, como todos los diseños realizados para llevar al agente con licencia para matar al espacio en Moonraker. Las estructuras del hotel de hielo en El mañana nunca muere o persecuciones enteras detalladas al milímetro en los story-boards, aunténticas piezas de arte por sí solas.
La exposición guarda aun más sorpresas (el bikini más famoso de la historia del cine, una sala dedicada a los villanos…) pero será mejor dejar que los visitantes las descubran por sí mismos, para poder despues pasar por el bar de James Bond, donde se servirán algunos cocktails de las películas y desde donde se puede ver la tienda especializada en el personaje. El visitante puede entonces comprar todo tipo de materiales relacionados con las películas aunque aun no tienen disponible la gran edición de coleccionsta en Bluray que 20th Century Fox Home Entertainment lanza para conmemorar este cincuenta aniversario de estilo Bond. Por ahora, sólo se puede conseguir en Amazon, una forma perfecta de revisar y analizar la evolución de estilo de James Bond a lo largo de toda la saga. Porque el diseño de vestuario es tan importante en Bond como los son los actores, los directores, los decorados o los gadgets. Ya que, como dijo Pierce Brosnan en su día, «Me pongo el traje y la sastrería es mi armadura».
