El presupuesto de El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder se ha convertido en el mayor enemigo de Prime Video. Y eso que es muy alto…
El mayor problema de El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder es el dinero. La serie de Prime Video cuenta con un presupuesto enorme, sí. Pero esto podría estar poniendo a la serie en una posición poco ventajosa. Por supuesto, cada película y serie de televisión necesita un financiamiento considerable para materializarse en la pantalla. Es necesario para todos los proyectos si quieren tener alguna posibilidad de ser bien hechos y tener una amplia distribución. Vestuarios, escenarios, actores, efectos especiales, miembros del equipo, equipamiento y todo lo demás que es parte esencial de la realización de una película. Todo eso conlleva un coste. Teniendo esto en cuenta, sería fácil asumir que un presupuesto más grande es mejor. Sin embargo, «demasiado» a veces no es sinónimo de «lo mejor».
Inicialmente, se suponía que la primera temporada de El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder costaría aproximadamente entre 100 y 150 millones de dólares. Pero el producto final acabó teniendo un precio cercano a los 465 millones. Es difícil encontrar una razón para ese aumento del presupuesto que no sea una mala gestión. La cantidad de dinero gastada no es necesariamente el problema. Lo preocupante, sin embargo, es la disposición a ampliar aún más el presupuesto. Eso sugiere una falta de disciplina por parte del equipo creativo. Puede haber debate sobre si Sauron o Morgoth es el villano más poderoso, pero la producción de Amazon podría acabar siendo el mayor villano de esta serie.
El proceso de producción de la serie frente a las películas
No se puede negar que la trilogía de Peter Jackson tuvo un presupuesto enorme. La filmación de la trilogía comenzó a finales de 1999. Las tres películas se filmaron simultáneamente. El presupuesto para toda la trilogía fue de 281 millones, equivalente a 436,5 millones en 2020 cuando El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder comenzó su producción. Al final, las películas se combinaron para alcanzar una duración de 11 horas y 26 minutos. Eso equivale a aproximadamente 38,4 millones por hora de película terminada. Teniendo en cuenta la aclamación de crítica y la cantidad de premios que ganó, así como el amor y adoración universal de los fanáticos que cosechó, la inversión fue más que razonable.
La mayoría del proceso de producción la trilogía estuvo marcado por la necesidad de ser creativos y resolver problemas de maneras ingeniosas. El presupuesto de la trilogía no era flexible como el de El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder. Eso obligó a Peter Jackson, a sus productores y al equipo a ceñirse a él. En ocasiones, se tuvieron que hacer recortes y a menudo se requerían sacrificios. Todos los involucrados en el proyecto pusieron su corazón y alma en la trilogía porque les importaba. De alguna manera, el dinero ya no podía ser un incentivo. El ingenio y la creatividad aparecieron por pura necesidad.
El presupuesto ilimitado equivale a la ausencia de limitaciones y la negación del arte
«El enemigo del arte es la ausencia de limitaciones», dijo Orson Welles en su día. Muchos de los mejores directores de la industria cinematográfica probablemente estarían de acuerdo. Las limitaciones y los límites exigen que la creatividad y la inventiva salgan a la luz. Si los desafíos no se enfrentan, el fracaso está garantizado. Ese es el auténtico problema con El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder. Surgió resistencia y demandó ingenio. Pero en lugar de abordar los problemas con ingenio, Amazon intentó eliminar obstáculos aumentando el presupuesto. La eliminación de restricciones presupuestarias solo logró garantizar el fin de la resolución de problemas. Pero no permitió que naciera el arte.
Fuente: Screen Rant
