El universo de Watchmen siempre ha sido fascinante. Sin embargo, hay personajes de los que nadie habla. Y uno de esos es el mejor superhéroe.
El mejor superhéroe de la historia de Watchmen es apenas un desconocido. Existen muchos personajes en el universo creado por Alan Moore. Sin embargo, algunos de ellos no son muy conocidos entre el gran público. La mayoría se acuerda de Doctor Manhattan, Búho Nocturno, El Comediante, Espectro de Seda, Ozymandias y, por supuesto, el más aclamado de todos ellos, el complejo y violento Rorschach. No obstante, el mejor superhéroe es Ursula Zandt, es toda una anónima en el universo y brilla con luz propia en la miniserie precuela de los Minutemen.
Aunque la historia de Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons, está contextualizada a mediados de los años 80, lo cierto es que el heroísmo de ese universo se remonta a los años 30. Mucho antes de los días de Rorschach, Doctor Manhattan y compañía, los Minutemen luchaban contra el crimen y mantenían las calles de Nueva York lo más seguras posibles. Pero había algo que hacía recordar a la serie de The Boys.
Aunque había algunos héroes auténticos en estos Minutemen del universo de Watchmen, la gran parte de ellos no lo hacían por justicia. Estos tipos solo querían fama, glamour, reconocimiento y reputación. O, sencillamente anhelaban la emoción de perseguir y golpear a los criminales con los que se topaban. Aparte de unos valores atípicos, los Minutemen tenían pocos miembros en su organización que deseaban mejorar el mundo.
Silueta y el milagro de creer en la justicia
Excepto, claro está, por el superhéroe que no quería nada más que eliminar una red criminal que perjudicaba a los más vulnerables. En el primer número de Before Watchmen: Minutemen, del gran Darwyn Cooke, viajábamos al pasado de este universo. Mientras el Búho Nocturno original, Hollis Mason, narra los orígenes de los Minutemen, los lectores ven cómo héroes de la talla de Justicia Encapuchada o la primera Espectro de Seda comienzan a dar sus primeros pasos en eso de hacer justicia.
Sin embargo, Hollis hace mucho hincapié en la figura de Ursula Zandt, también conocida como Silueta. Recuerda con cariño todo lo bueno que hizo por el mundo. Es entonces cuando vemos a Silueta persiguiendo a criminales involucrados en una red de tráfico de niños. Ursula Zandt alcanza a un criminal que había secuestrado a un niño y lo da absolutamente todo para tratar de detenerlo. El criminal escapa, pero Silueta salva al niño. Ella es la única luz en la oscuridad, en un mundo donde nadie cree de verdad en la justicia, salvo para venderla como una mercancía.