Nos llega la última serie limitada que ha protagonizado Norrin Radd / Estela plateada, en la que tendrá reencuentros inesperados en la búsqueda de una Gema del Infinito robada. Panini Comics tiene el placer de pilotar una nave Kree para documentar todo lo que va a suceder jugando con la realidad.
El reto de definir el momento exacto
En algún momento de los años 90, durante la etapa que Ron Marz y Rom Lim llevaron a cabo en la entonces colección regular de Silver Surfer, se produjo la historia que ahora, esos mismos autores, nos ponen ante los ojos. Ya hemos hablado muchas veces de la retrocontinuidad, incluir desde comics posteriores en el tiempo hechos que se produjeron en el pasado y de los que no teníamos constancia, como es el caso de esta búsqueda que Estela Plateada y Thanos llevan a cabo para recuperar la Gema de la Realidad, en aquel momento custodiada por Thanos y que le fue entregada por Adam Warlock.
Sabemos, por el villano que aparece en la trama, que ese momento se produce en un arco que duró aproximadamente poco más de tres años de publicaciones, así como que el resto de Gemas del Infinito estaban en poder de la entonces Guardia del Infinito de Warlock. Pero poseer una sola de esas piedras ya confiere un enorme poder a quien la tenga, por lo que un mal uso de una Gema como la de la Realidad puede comprometer la integridad del Universo tal y como lo conocemos dentro del ámbito de los comics Marvel. Por suerte nuestros protagonistas están comprometidos con su causa y será difícil que alguien los detenga, aunque tengan que atravesar todas las realidades engañosas que encuentren a su paso.
Cabalgar las estrellas a lomos de una tabla
Vasto es el Espacio Sideral pero cortas son las distancias para quien tiene en su posesión una fracción de poder cósmico. Estela Plateada puede valerse de sus habilidades para prestar su ayuda si se encuentra cerca de algún desastre. Siempre ha empatizado con la vida ajena, igual que muchos otros personajes que se dejan caer por estas páginas, algunos que pertenecen a la misma corriente temporal y otros que surgen de la creación de nuevas realidades.
Los secundarios invitados tienen el nivel necesario para ser destacados y uno en particular, a pesar de su breve aparición, es otro de los héroes más grandes que han poblado el Universo de ficción de La Casa de las Ideas, el que portó el nombre de la editorial junto al título de Capitán, Mar-Vell. Junto a su hijo Genis-Vell, Nébula, la Sota de Corazones o el mismísimo y encolerizado Galactus, cubren un espectro amplio del aspecto cósmico de Marvel.
Nostalgia de épocas pasadas
El homenaje no puede faltar cuando se evoca a la nostalgia de épocas pasadas y en esta ocasión el más relevante surge con la extracción de sus propias realidades de los cuatro Estela Plateadas. Cada uno de ellos se ha basado en los dibujos de cuatro grandes autores, empezando por Jack Kirby, creador de su concepto junto a Stan Lee y de su imagen. Le sigue la versión de John Buscema, la que tuvo durante el primer volumen de su colección.
En tercer lugar tenemos al Estela de Moebius, el protagonista de Parábola. Y para terminar viajamos a un momento mucho más cercano para homenajear a ese Estela de grandes y expresivos ojos que nos dejó Mike Allred en la larga etapa que realizó junto a Dan Slott. Y no solo hay nostalgia en ellos, también en el villano, Tirano. El que fuera considerado primer Heraldo de Galactus, creado por él hace eones, y cuya primera aparición tuvo lugar en Silver Surfer Vol.3 #81 (junio de 1993) y su muerte en Silver Surfer Vol. 3 #109 (octubre de 1996), de ahí que sepamos que esta historia tiene lugar en algún momento entre ambos episodios.
Tomarse dos copas de Ron
Tengo que decir que conocí el trabajo de Ron Marz en una serie que no pertenecía al ámbito de los superhéroes del mainstream estadounidense. Lo hice a través de Sojourn, un comic independiente que destacaba también por el dibujo de, por aquel entonces muy desconocido para el gran público, Greg Land. Los más de cincuenta episodios del tercer volumen de Silver Surfer que guionizó son su etapa más larga al frente de una serie en Marvel y para esta ocasión retoma los mejores elementos de los que dispuso entonces para devolvernos un poco de aquella gloria cósmica que tuvieron los años 90, al menos su primer lustro.
El dibujo
Para el dibujo de esta serie limitada, editada en España en tapa blanda. Nadie mejor que Ron Lim, compañero de fatigas de Marz en aquella época, superando los sesenta números durante el volumen 3, si contamos los Annuals. Lim se supera a sí mismo desplegando imágenes icónicas en splash pages dobles como la que enfrenta a Estela Plateada contra Thanos. Toda una delicia sin márgenes, para disfrutar a lo grande. Una historia muy entretenida que tira de la tan recurrida nostalgia por tiempos que nos parecen mejores y que nos hacen disfrutar como los niños o adolescentes que fuimos entonces, pero que al mismo tiempo tienen un poder evocador para las nuevas generaciones que quieran acercarse a una aventura que puede tacharse en el fondo de intemporal, con personajes que siguen estando de total actualidad.