Con la saga más de moda que nunca revisamos la segunda entrega dirigida por Wes Craven y protagonizada por Neve Campbell, Courtney Cox y David Arquette.
En Scream 2, Sidney Presscott, dos años después de los asesinatos de Woodsboro, California, vive feliz con sus amigos en el Campus de la Universidad de Windsor. El curso toca ya a su fin. Pero el día en que se estrena una película basada en la novela de la periodista Gale Weathers sobre los crímenes de Woodsboro, alguien es asesinado en el cine del campus.
Scream 2 es terror por definición, comienza con una escena en la que el meta cine está presente en cada plano y nos presenta a nuestras dos primeras víctimas a manos de Ghostface. Scream 2 parodia y homenajea y se ríe de las segundas partes y lo hace a la perfección. Al ser una muy buena secuela, reúne todos los buenos aspectos que tenía Scream. De hecho, respecto al guion este es más solido e incluso es menos predecible que Scream.
La cinta vuelve a centrarse en los tres protagonistas, Campbell, Arquette y Cox, que reciben todo el peso argumental. Y lo sobrellevan de una manera sublime. En la secuela tenemos un plano secuencia de la persecución a Gale que en los minutos que dura, acumula tensión hasta el final. El conjunto de Scream es una autoparodia llena de sangre y clichés, más guiños para el fan, más violencia y una dosis de humor negro más brillante que en la anterior.
Scream 2 supera a la original, en cuanto a argumento, desarrollo, y resolución que es más sorprendente, aunque más rebuscado que en la primera entrega, lo cual hace que pierda efecto el final con el doble asesino (SPOILER). Pero, en definitiva, Scream 2 supera a la original y es la mejor de la saga.
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