Ayer se estrenó en Netflix la serie Sweet Tooth: El niño ciervo, adaptación de la serie de cómics creada por Jeff Lemire por el sello Vertigo de DC Comics, y merece mucho la pena
Netflix está encontrando en los cómics una fuente casi inagotable de ideas para su extenso catálogo, aún más todavía tras haber finalizado su colaboración con Marvel y haber cancelado series como Daredevil, Jessica Jones o The Punisher. Recientemente estrenó la primera adaptación del Millarverso, Jupiter’s Legacy, aunque en está ocasión la plataforma de streaming ha decidido dejarnos colgados a los espectadores que comenzamos a verla al comunicar que no habría segunda temporada. Y estamos esperando ya el estreno de una nueva temporada de Umbrella Academy. Ahora nos llega la adaptación de Sweet Tooth, basada en la serie de cómics creada en septiembre de 2009 por Jeff Lemire para el sello Vertigo de DC Comics.
Protagonizada por Nonso Anozie, Christian Convery, Adeel Akhtar, Stefania LaVie Owen, Dania Ramirez , Aliza Vellani, Neil Sandilands, Will Forte y James Brolin; la serie de 8 episodios de una hora de duración cada uno, ha sido creada por Jim Mickle y Beth Schwartz; y han contado nada menos que con Robert Downey Jr. como productor ejecutivo y la colaboración del autor de la serie de cómics, Jeff Lemire.
Sweet Tooth, nos traslada a un mundo distópico, han diez años, «el Gran Incidente» sembró el caos en el mundo, y con él se produjo la misteriosa aparición de los híbridos: bebés mitad humano, mitad animal. Al no saber si estos híbridos son la causa o la consecuencia del virus, muchos humanos los temen y se dedican a cazarlos. Después de pasar una década viviendo ajeno al peligro en lo más profundo del bosque, un chico-ciervo llamado Gus (Christian Convery) se hace amigo de Jepperd (Nonso Anonzie), un vagabundo solitario. Juntos emprenden una aventura extraordinaria por las ruinas de Estados Unidos en busca de respuestas. ¿Cuál es el origen de Gus? ¿Qué hay del pasado de Jepperd? ¿Cuál es el verdadero significado de un hogar? A lo largo de su viaje, encontrarán aliados y enemigos inesperados, y Gus no tardará en descubrir que el exuberante y peligroso mundo que hay más allá del bosque es más complejo de lo que jamás hubiera podido imaginar.
¿Por qué hay que verla?
La serie nos muestra a la humanidad tratando de rehacerse tras un pandemia que ha durado una década y de la que todavía no se tiene una cura, en muchas de las escenas que vemos bien nos recuerda a los momentos que estamos viviendo en la actualidad a consecuencia de la Pandemia de COVID19. Aunque en está historia el miedo a la enfermad y el desconocimiento de las causas de la misma hace que aflore lo peor del ser humano y los lleva a situaciones extremas. Sin embargo la serie a pesar de su oscuridad, va de relaciones y de como un desconocido puede desarrollar un instinto de protección por los demás en este caso los supervivientes más adultos hacia los niños mitad humanos, mitad animales.
La serie estaría divida en tres tramas distintas, la principal en la que seguimos a Gus y su evolución a lo largo de la historia, interpretado por un magnífico Christian Convery, así como su relación con Jepperd (Nonso Anozie). Otra en la que seguimos a Aditya Singh, un médico que dejó de ejercer la medicina superado por todo lo que vio al inicio de la enfermedad y que ahora diez años después se verá obligado a buscar una cura, y la historia de Aimee Eden, una psicóloga que crea un santuario para los niños híbridos.
En cuanto a la voz del narrador que nos hace de guía en la historia (en la versión original James Brolin), nos va llevando a través de flashback al pasado para explorar las historias de los personajes que se van sumando a la trama, cómo les afectó el inicio de la pandemia a sus vidas, y de una manera muy orgánica las va entrelazando con la de otros personajes. Habrá que esperar (si no, nos cancelan la serie la gente de Netflix) ¿Quién es el personaje del narrador y cuál es su importancia en la trama?
En conclusión una serie muy entretenida, que ser puede ver de un buen atracón y que deja con ganas de más temporadas.
