Las modernas Secret Wars nos trajeron multitud de series limitadas que servían de acompañamiento en la locura multiversal. Así empezó a forjarse la leyenda de Fuerza-V, las heroínas que Panini Comics no ha dudado en reunir en un solo tomo que junta sus dos volúmenes publicados.
Fuerza-V. En manos femeninas
Fuerza-V ha sido siempre una colección guionizada por mujeres pero dibujada por hombres. La sensibilidad no es menor en cuanto a representación artística por ello, todo lo contrario. Pero no deja de ser curioso que Marguerite Bennett, G. Willow Wilson y Kelly Thompson, reconocidas autoras con un importante bagaje a cuestas, tan grande como una catedral, sean las encargadas de dirigir un proyecto tan ambicioso como este.
De Bennett podemos destacar su Bombshells para DC (curiosamente otra obra protagonizada por personajes femeninos) o su Animosity para Aftershock, que consiguió maravillarnos. Willow Wilson tiene a sus espaldas ser la creadora de Kamala Khan, la actual Ms. Marvel, y Thompson, entre otras muchas cosas nos trajo junto a Carmen Carnero una genial etapa de la Capitana Marvel y ha tenido entre sus manos el destino de Pícara y Gambito en sus últimas miniseries, amén del de Kate Bishop.
Las tres llegan a colaborar por duetos en la elaboración de estos comics dejando la última parte del segundo volumen en manos de Kelly Thompson. Para el área ilustrada contaron con autores de primer nivel, con mayor peso para Jorge Molina, Ben Caldwell y Paulo Siqueira pues la participación de Joe Bennett y del español Víctor Santos es más bien residual, unos acabados para el primero y ocho páginas insertadas del Avengers #0 para el segundo. Tremendos episodios los que nos dejan Molina y Siqueira con un Caldwell con un estilo más cartoonist que no desentona pero hace que se aprecie más la diferencia en los tres números de los que se hizo cargo, la primera mitad del último arco argumental titulado “Ira contra la muerte de la luz”.
La carga de los crossovers
Si bien la participación de Fuerza-V en las Secret Wars modernas sirvió de aliciente para continuar la serie cuando se restableció la normalidad en el Universo Marvel, verse involucradas en Civil War II supuso su punto y final. Aquel Mundo de Batalla en el que, dentro de su parcela, la isla de Arcadia, aquellas mujeres tomaron la iniciativa de ser las defensoras de su territorio, un equipo de chicas que incluía el liderazgo de Jennifer Walters, Hulka, y una alineación que se completaba con la Capitana Marvel, Dazzler, Hada, América Chavez, Medusa, Spiderwoman (Jessica Drew), Hermana Grimm de los Runaways, Fenix (Jean Grey), Tormenta y Loki en su versión femenina, dinamizador/a de cualquier formación de Vengadores que se pueda formar, como la original y muchas otras después.
Pero habrá más cameos, como Mónica Rambeau, Meggan, Crystal, Spider-Gwen, Kate Bishop, Júbilo, Elektra, Pájaro Burlon… un enorme elenco de las superheroínas Marvel. Juntas tenían que hacer frente a los designios del Doctor Muerte y sufrir el control de los Thors que le servían como policía. Una aventura épica que se remata con la llegada de una chica caída del cielo, cuyo nombre no se revelará hasta el final, y con Lady Loki como traidora, incluso para su séquito de Thors femeninos, con Sif, Brunhilda y… Gamora. Y así llegábamos al final de su paso por las Secret Wars, faltaba iniciar el corto camino hasta Civil War II.
Un regreso del que solo Singularidad recuerda algo
Así fue, volver del Mundo de Batalla dejó sus secuelas, todo volvía a la casilla de salida, con algunos cambios. Y Fuerza-V encontró continuidad bajo la premisa del reencuentro del que solo aquella chica de las estrellas sabía algo. Recordó a sus amigas quién era y poco a poco volvió a reunirlas, empezando por Carol Danvers, que ahora lideraba a Alpha Flight (no esos canadienses de antaño), la estación espacial que ejercía de escudo para la Tierra. Después fue encadenando a Hulka, Medusa y Hermana Grimm para rematar con Dazzler, aunque poco se parezca a la encarnación más clásica del personaje. En su primer arco del segundo volumen se las vieron con Antimateria pero la cosa empezó a flojear cuando volvieron las tramas multiversales con la Dazzler Thor y los poderes de control mental de Condesa.
Para dar final a la serie tuvieron su participación en la Civil War II, apenas una excusa para dejar a Hulka fuera de la alineación e incluir a Elsa Bloodstone, cazadora de monstruos. Entre lo más destacable está el homenaje a John Byrne que Siqueira lleva a cabo en la última página del A-Force vol. 2 #9, inspiración extraída de The Uncanny X-Men #114, el instante en el que Tormenta está derrotada a los pies de Sauron, ahora llevado a Carol Danvers con el enemigo de turno. Un tomo con un toque feminista que en todo momento resulta de lo más natural, unas Vengadoras que perfectamente nos representan a todos, da igual el género del lector, ellas son poderosas y están aquí para cuidar de nosotros, lástima que la idiosincrasia de las políticas editoriales les lastrasen de semejante manera.
