Para hacer un poco de retrospectiva hablaremos de lo que nos ha ofrecido en sus dos primeros temporada Star Wars: The Mandalorian y El Libro de Boba Fett
The Mandalorian fue la primera en acción real de Star Wars. Un sueño que albergaba George Lucas desde que inicio la saga galáctica y que persiguió durante toda su vida a pesar de los elevados costes de producción que implicarían para cualquiera que decidiera llevar a la pequeña pantalla La Guerra de las Galaxias.
Jon Favreau junto con Dave Filoni, el alumno más aventajado de George Lucas, y el máximo responsable de The Clone Wars y Rebels, dos series de animación que a su vez habían servido de prueba piloto de Star Wars en la pequeña pantalla.
Situándonos cronológicamente tiempo después del Retorno del Jedi con el final del Imperio y el comienzo de la Nueva República.
The Mandalorian nos presenta la historia de Din Djarin, un cazarrecompensas Mandaloriano, trasunto de Boba Fett, que pronto se topa con un encargo muy especial. Hacerse con un activo para los remanentes Imperiales que aún luchan por mantener sus dominios pese a haber perdido la guerra y siguen conspirando perfilando un nuevo mal en el horizonte. Din Djaron pronto conocerá el activo. Un valioso sujeto de la especie de Yoda. Y en el último momento decidirá salvarlo y emprender un viaje por toda la galaxia. Evitando que el Imperio se haga con el pequeño mientras que Din Djarin tendrá que hacer frente a su credo y otros mandalorianos.
Durante la primera temporada construyeron las bases de la mitología y los personajes que perfilarían la nueva saga galáctica en la pequeña pantalla. Alejándose de las sombras de los Jedi.
The Mandalorian transita territorios muy familiares y reconocibles para todo fan de la saga y no se esconde. Una serie que respira puro western y se atreve con otros géneros. Puro Star Wars.
Con tramas sencillas. Con episodios autoconclusivos en su mayoría. Din Djarin y Baby Yoda fueron forjando poco a poco una relación padre e hijo de las formas más inesperadas. Topándose por el camino con amenazas y aliados.
Desde la Rebelde, Cara Dune, hasta el despiadado Moff Gideon, quien se descubre como el verdadero villano de esta nueva saga. The Mandalorian empezó con una base sólida de historias de aventura semanal para ir poco a poco escalando en su ambicioso plan mientras dejaban todo listo para un segundo año que elevaría la serie hasta cotas de verdadero culto.
Expandiendo el lore de los Mandalorianos de paso y descubriéndonos que en la Galaxia más lejana aparte de Jedi había otro tipo de luchadores mucho más interesantes que los Caballero de la República. ¿Para qué negarlo? Con un tono crepuscular.
The Mandalorian se regodeó con referencias y conexiones a todas las trilogías de Star Wars explorando todos los rincones habidos y por haber. Pero sobre todo aprovechando el formato serializado.
Permitiendo que los personajes por primera vez respiraran y pudieran mostrarse más allá de las dos horas habituales de rigor lo que permitía un desarrollo más profundo y tridimensional. Jugando con los arquetipos y las zonas grises.
El primer año sirvió para forjar la relación padre e hijo de Din Djaron y el Pequeño Yoda de más de 50 años. Mientras el Mandaliriana protegía al niño del Imperio y todo aquel que intentaba hacerse con él. Emprendiendo un camino buscando a los suyos. Y llegados a este punto no podemos obviar el nivel de producción que se gastaron.
Ya que sorprendió a propios y extraños. La llegada de Disney+ permitió que el sueño de George Lucas de ver series de televisión de Star Wars se cumpliera ya que los medios y el presupuesto permitirían expandirse más allá de las novelas, los cómics y los videojuegos.
Y es que el sector de la animación pese a las alegrías que nos habían traído con The Clone Wars y Rebels nunca fue considerado más allá del fandom más hardcore y cafetero.
Usando los avances tecnológicos más punteros. The Mandalorian supo aprovechar las ventajas que le permitieron para deslumbrar a todos. La música de Ludwig Goransson también fue de lo mejor.
La dirección, los guiones, el reparto… Todo confluyó para quitarnos en parte el mal sabor de boca que nos había dejado la nueva trilogía de Star Wars. Ya que mientras Los últimos Jedi y El Ascenso de Skywalker consiguieron dividir y polarizar al fandom de Star Wars.
The Mandalorian logró satisfacer a todos por igual incluso al espectador más casual. Todos quedaron rendidos ante la historia del Mandaloriano y el pequeño Yoda. Aprovechando al máximo toda la mitología de Star Wars.
El trasunto de Boba Fett protegiendo al pequeño Yoda con claras influencias del Último Samurái y su Pequeño Cachorro superó con creces todas las expectativas. El tono crepuscular. Y que nos permitieran ver las verdaderas entrañas de la galaxia más lejana. Convirtieron The Mandalorian en un verdadero parque de atracciones para los más incondicionales. Un dulce regalo que nadie esperaba. La verdad. Aportando frescura y novedad pese a transitar los mismos caminos de Star Wars. La serie contó con la unanimidad de la crítica y el público.
La primera temporada supo cerrar todas las tramas que habían abierto desde el primer episodio y que habían llegado a Din Djaron y al Baby Yoda de un lado a otro de la galaxia.
The Mandalorian 2
The Mandalorian en su segundo año elevó las apuestas y la escala de la serie hasta límites insospechados. Tras introducir las sólidas bases argumentales por las que se movería la serie. Llegaba el turno de jugar con todo y más.
La segunda temporada de The Mandalorian fue uno de los mejores regalos de Star Wars. Un fanservice del bueno. Cada nueva parada que hacen Din Djarin y Grogu, del que conoceríamos su nombre, y sus orígenes en la Orden Jedi, poco a poco, la escala de la mini historia que nos habían empezado a contar, empezó a crecer y crecer.
Todos los episodios de la segunda temporada canonizaron muchos elementos dispersos de la mitología del Universo Expandido de Star Wars.
Y empezaron a tejar un nuevo tapiz que presentaba un mosaico capaz de arrebatar el aliento a todos los fans de Star Wars.
Con la bota del Imperio cada vez apretando con más fuerza. El Mandaloriano y Grogu tuvieron un viaje de lo más ajetreado donde se encontraron con nuevos e inesperados aliados y amenazas.
Desde Boba Fett, pasando por Bo-Katan, Ahsoka, para con el clímax final regalarnos el inesperado cameo de Luke Skywalker.
Con referencias y guiños a todas las series de Star Wars y películas. La segunda temporada de The Mandalorian repitió lo mejor del primer año pero elevó las apuestas y la escala de la historia; aunque con tramas aparentemente sencillas, pronto comprobamos que estaban tejiendo un tapiz de lo más intrincado con conexiones a todas las eras de Star Wars.
Un fanservice para los fans más cafeteros de Star Wars. The Mandalorian pronto se presentó como una saga con entidad propia y prometía dejar huella en la historia de la galaxia más lejana.
El segundo año sirvió para que la serie encontrara un hueco excepcional en el corazón de los más incondicionales y no fue para menos.
Din Djarin y Grogu pasaron a formar parte del nuevo panteón galáctico. La nueva era televisiva de Star Wars no había podido empezar de mejor manera.
Pronto se anunció el plan de presentar nuevas series que pasarían a estar interconectadas por una gran trama que en parte conectaba con muchos de los temas planteados en las series de The Clone Wars y Rebels.
Permitiendo que muchos de los personajes aparecidos en el Universo Expandido de Star Wars encontraran por primera vez su lugar para hacerlos brillar como nunca hubiéramos imaginado.
Ahsoka. Los Rangers de la Nueva República. Y El Libro de Boba Fett complementarían esta nueva saga televisiva de Star Wars.
Repitiendo la fórmula de Marvel Studios a la hora de conectar todos los puntos en una trama mucho mayor que habla de la escala del ambicioso plan futuro. Después de maravillarnos con El Mandaloriano… Llegó El Libro de Boba Fett.
El Libro de Boba Fett
El Libro de Boba Fett originalmente fue concebida como una película que entraba dentro de la fase de expansión de Lucasfilm con la franquicia Una Historia de Star Wars que había empezaba con Rogue One y Han Solo. De hecho. James Mangold iba a dirigir el proyecto. Pero por el camino es probable que tras cancelar la película. El proyecto mutara. Y fuera introducido como spin-off del trasunto de Boba Fett que tanto lo andaba petando. Una jugada maestra.
Boba Fett había logrado marcar su particular territorio en la segunda temporada de The Mandalorian con su esperado regreso. Y en su singular serie seguiríamos el viaje del Cazarrecompensas más temido de la Galaxia.
En una suerte del Padrino con claras influencias al western mirando de cerca el clásico Bailando con Lobos.
Robert Rodríguez junto con Jon Favreau y Dave Filoni siguieron tejiendo un nuevo capítulo de su saga televisiva de Star Wars pero en esta ocasión se centraron en rellenar los huecos desde la última vez que vimos a Boba Fett en acción y allá donde lo dejamos al final de la segunda temporada de The Mandalorian.
Donde el bueno de Fett se hizo con el antiguo puesto de Jabba el Hutt y prometía dar comienzo una nueva era en el crimen organizado de Tatooine junto con Fennec Shand.
Siguiendo la estela del western crepuscular. Hilaron el pasado y el presente en una sugerente historia que nos permitiría conocer a Boba Fett bajo el casco.
Y aunque al principio no logró conquistar del todo. Tuvo que llegar El Mandaloriano y Grogu para dejar constancia que todas las series de la nueva era televisiva de Star Wars eran importantes para entenderlo todo. Y es que no nos engañemos. El Libro de Boba Fett al final se podría considerar una temporada 2.5 de The Mandalorian.
Ya que tras presentarnos la historia de lo que fue y lo que es Boba Fett tocaba enfrentarlo contra todas las familias criminales que se disputaban los territorios del planeta desértico donde había vivido Luke Skywalker y cuando Boba se veía superado no le quedaba otra que pedir favores a viejos conocidos como Din Djarin.
Supieron jugar muy bien todas las cartas que tenían para deleitarnos con una serie que no empezó con el mejor pie pero conforme iban pasando los episodios pudimos comprobar el potencial con el que estaban jugando.
¡Cómo olvidar a los Mellizos Hutt! Krazastan el Negro. Cade Bane. El desfile de cameos estuvo a la altura de The Mandalorian y más. Es decir. El Libro de Boba Fett tampoco se olvidó del buen fan service.
Porque definitivamente canonizaron todas las series de animación y las convirtieron en relevantes para el devenir de la gran historia que nos están contando.
Y volvieron a acertar de lleno al regalarnos episodios de puro fan service y personajes que jamás sospechamos volver a reencontrarnos en El Libro de Boba Fett.
Ludwig Goransson nos regaló una nueva partitura para no olvidar. Mientras de fondo tejían aquella gran microhistoria que salpicaba a todas las series de Star Wars cronológicamente enclavadas en esa era post- El Retorno del Jedi.
La producción de la serie volvió a estar más que a la altura. Dejando claro que la línea que dividía la televisión y el cine ya no existía.
¿Y qué nos espera en un futuro no demasiado lejano? Actualmente estamos disfrutando de la tercera temporada de The Mandalorian en Disney+ pero este año vendrá acompañada ya que en breves Ahsoka volverá a poner de moda a los Jedi mientras que Skeleton Crew nos presentará el particular Stranger Things de Star Wars y la amenaza de la segunda temporada del Libro de Boba Fett está más presente que nunca.
La Guerra por Mandalore, las diferentes facciones de Mandalorianos, Boba Fett, Ahsoka y la búsqueda de Thrwane, Ezra Bridger, Las Regiones Ocultas, los remanentes del Imperio, Luke Skywalker… Din Djarin. Grogu. La nueva era de la clonación. La corrupción de la Nueva República. La última gran batalla contra el Imperio.
El viaje de la nueva era televisiva de Star Wars no ha hecho más que empezar y nos está regalando verdaderas alegrías.
Puedes ver las dos primeras temporadas de The Mandalorian completas y los nuevos episodios de la tercera en Disney +.